Primero hay que definir el término adicción, es un término originario del latín que, desde tiempos romanos, significa “(esclavo) adjudicado a” y ha ido evolucionando desde “una persona muy aplicada a una cuestión en concreto” hasta “una persona que tiene un problema psicológico de abuso de una sustancia o conducta”.

En 1994, la Organización Mundial de la Salud ya refiere que el término adicción ha tenido varios contextos y usos populares, por lo que se prefiere la palabra “trastorno”. Podemos decir que llevamos “una semana superadictos a los videojuegos” pero tener un Trastorno por Uso de Videojuegos es una cuestión mucho más grave y que dista de estas frases en el uso popular.

Antes de nada, reflexiona siempre y fortalece tu criterio propio, cuestiónate cualquier cosa en tu vida que creas que te haga mal y piensa lo que te haga bien, independientemente de que esté categorizada como “X” o “Y”. En caso de que dudes o te veas desbordado, sí, es el momento de consultar profesionales.

Respecto al uso de videojuegos, tenemos que entender que los criterios del diagnóstico, son científicos, y con tal de ser científicos, son limitados, por lo que te daré primero los mismos y después, puntos clave.

adicto a videojuegos

Gaming Disorder (GD)

Criterios según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), 2018:

  1. Deterioro en el control sobre el juego (inicio, frecuencia, intensidad, duración, terminación, contexto).
  2. Incremento en la prioridad dada al juego al grado que se antepone a otro intereses y actividades de la vida diaria. 
  3. Continuación o incremento del juego a pesar de que tenga consecuencias negativas.
  4. El patrón de comportamiento es lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento. 
  5. El patrón de comportamiento puede ser continua o episódicos y recurrente. 

El patrón es evidente durante 1 año, aunque se puede diagnosticar antes en casos graves.

Aquí, como vemos, el tiempo de juego no es un indicador fiable para certificar trastorno. No obstante, es un factor de riesgo y, como dijimos previamente, aunque el diagnóstico no lo recoja, siempre hemos de ser críticos con nosotros mismos. Es más, la OMS también publicó el concepto “Hazardous Gaming” (Uso de Videojuegos de una Forma Peligrosa) para evidenciar lo negativo del abuso de videojuegos, aunque este uso no llegue a ser un trastorno.

Cuando hablamos de trastorno, siempre la palabra clave, es la incapacidad para gestionar el uso del mismo. Hay ejemplos de personas que se pueden meter atracones de 10 horas seguidas sin parar de jugar (lo que no es sano en ningún caso más de 2 horas seguidas sin parar y aproximadamente máximo 4 en un mismo día sin repetir varios días), pero estas personas, cuando han tenido otra prioridad, han sabido parar su uso de videojuegos. Así lo reporta Mark Griffiths, el mayor investigador en este campo hasta la fecha.

Yo mismo he podido entrevistar a 50 personas que jugaban 30 horas semanales para ser profesionales del videojuego League of Legends, y 46 de esas 50, tenían vida normal: estudiaban o trabajaban, quedaban con amigos y/o pareja y se preocupaban por su autocuidado personal. No podemos decir que estén trastornados, ahora bien, que es un uso peligroso, sí.

Claves para un uso sano de videojuegos

1. Procura hacer siempre pequeños descansos después de cada partida o cada dos partidas.

2. Deja 2 horas antes de ir a dormir sin jugar para que estés menos alterado a nivel de sistema nervioso y tu cerebro genere bien la melatonina (hormona del sueño).

3. Trata de jugar en la tarde hasta antes de cenar. Está estudiado que aquí es donde hay menos problemáticas, dado que tendemos a utilizar las mañanas para otras prioridades y las noches para descansar.

adicto a videojuegos

4. Consecuentemente, juega siempre después de haber hecho todas las prioridades del resto del día, incluida el ejercicio físico.

5. Cuando dejes de pasártelo bien para. Si juegas para disociarte de situaciones negativas, está bien no más de 1 hora. Si ya ni el videojuego sirve o abusas del mismo, pide ayuda.

6. Haz y ten a mano, de forma accesible, un “brainstorming” con actividades nuevas o alternativas que te gustaría probar.

Concluir señalando lo que sería el lado contrario a la incapacidad, que es, el autocontrol. Y esta es la clave. No somos adictos porque nos atraiga el videojuego, o porque cuando estemos cansados y ganemos una partida queramos otra; o porque cuando perdamos estemos frustrados y queramos resarcirnos con otra. Empezaremos a tener un uso peligroso, cuando precisamente, en esas situaciones, no seamos capaces de parar a tiempo.

Álvaro Fernández Cencerrado

Psicólogo Sanitario