Históricamente, la construcción social de las masculinidades han significado expectativas y normas sociales que pueden generar desafíos para establecer relaciones saludables. En este artículo, exploraremos las perspectivas psicológicas que ayudan a comprender y abordar este tema, con el objetivo de promover relaciones más equitativas en nuestra sociedad.

Los roles de género y la construcción de las masculinidades

Desde una edad temprana, los hombres son socializados para ajustarse a ciertos roles y estereotipos de género. Se espera que sean fuertes, independientes, agresivos y emocionalmente restringidos (Connell, 2012). Estas expectativas pueden limitar la expresión emocional de los hombres y tener un impacto negativo en sus relaciones interpersonales.

Investigaciones realizadas por Levant y Richmond (2020) han revelado que la conformidad a los roles tradicionales de género en los hombres puede resultar en una mayor rigidez psicológica. 

Esta rigidez dificulta la adaptabilidad y la apertura hacia nuevas formas de relacionarse con los demás. Por otro lado, la teoría de la masculinidad de Connell (2012) destaca que los hombres pueden enfrentar dificultades para establecer relaciones igualitarias debido a la presión de mantener el control y la dominancia en sus interacciones.

Es importante reflexionar sobre cómo estos roles y expectativas sociales impactan en la vida de los hombres. La presión para cumplir con estos ideales puede generar conflictos internos y desafíos en las relaciones. 

La necesidad de ser siempre fuertes y controladores puede dificultar la expresión de vulnerabilidad y emociones auténticas, lo que limita la conexión emocional con los demás. Además, la rigidez en la adhesión a los roles de género tradicionales puede obstaculizar la adaptabilidad y la apertura a nuevas formas de relacionarse. 

Estos patrones de comportamiento pueden generar desigualdades en las relaciones, ya que se prioriza el control en lugar de la cooperación y la igualdad de poder.

Es fundamental desafiar estos estereotipos y expectativas restrictivas para promover relaciones más saludables y equitativas. Reconocer la diversidad de expresiones de masculinidades y permitir a los hombres explorar y vivir sus emociones de manera auténtica.

Asimismo, fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo en las relaciones contribuye a superar la presión de mantener el control y la dominancia.

Masculinidad y construcción social

El impacto de las normas de masculinidad en la salud mental

Las normas de masculinidad establecidas en nuestra sociedad pueden tener consecuencias negativas para la salud mental de los hombres. La presión constante de ser "fuertes" y evitar mostrar vulnerabilidad puede conducir a la supresión de emociones y dificultades en la comunicación emocional

Este patrón restrictivo puede contribuir al desarrollo de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y adicciones (Addis & Cohane, 2005). Diversos estudios han respaldado esta preocupante realidad. 

Wong et al. (2017), por ejemplo, han encontrado una relación entre la adhesión a las normas tradicionales de masculinidad y el estrés psicológico en los hombres. La incapacidad para cumplir con estas normas puede generar sentimientos de inadecuación y baja autoestima, lo que impacta negativamente en su bienestar emocional.

Al esperar constantemente que los hombres sean fuertes, dominantes y emocionalmente restringidos, se les niega la oportunidad de expresar libremente sus emociones y buscar apoyo cuando lo necesitan. La supresión de estas emociones puede generar una carga psicológica abrumadora y contribuir al deterioro de la salud mental.

La importancia de la conciencia de género

En el proceso de cambio hacia relaciones más igualitarias, la psicología social resalta la importancia de la conciencia de género. Los hombres pueden beneficiarse enormemente al cuestionar las normas tradicionales de masculinidad y cultivar una mayor sensibilidad hacia las experiencias y necesidades de los demás géneros. 

Fomentar la empatía y el respeto mutuo en las relaciones contribuye a promover una mayor igualdad de género (Eisler & Skidmore, 1987). Investigaciones realizadas por Vandello y Bosson (2013) sugieren que adoptar una mentalidad de género fluida, en la que los roles y estereotipos de género se consideran flexibles y cambiantes, puede ser un factor clave para fomentar relaciones más igualitarias. 

La conciencia de género implica reconocer y cuestionar las normas y expectativas asociadas con el género, lo cual brinda a los hombres la oportunidad de explorar nuevas formas de ser y relacionarse en el mundo. Desarrollarla implica reconocer que las construcciones sociales de género son construcciones humanas, y que pueden y deben ser cuestionadas. 

Masculinidad y construcción social

Se trata de comprender que las expectativas tradicionales de género no son inmutables ni universales, y que cada persona tiene la libertad de definir su identidad y expresión de género de una manera auténtica y respetuosa. 

Por otra parte, esta conciencia también implica estar dispuestos a desafiar las normas y prejuicios arraigados que perpetúan la desigualdad de género. Los hombres pueden aprender a reconocer y superar los privilegios y sesgos de género que pueden influir en sus actitudes y comportamientos. 

Al hacerlo, se vuelven más capaces de empatizar con las experiencias de las personas de otros géneros y de establecer relaciones basadas en la equidad y el respeto mutuo. Esto promueve una mayor comprensión y apoyo hacia las diversas identidades y expresiones de género, y crea un entorno más inclusivo y respetuoso para todos.

La promoción de relaciones igualitarias

Para construir relaciones igualitarias, es fundamental desafiar los estereotipos de género arraigados y fomentar una comunicación abierta y respetuosa. Los hombres pueden aprender a expresar sus emociones de manera saludable, desarrollar habilidades de escucha activa y compartir las responsabilidades domésticas y de cuidado (Pease & Pease, 2004).

La investigación más reciente respalda estas estrategias. Según los estudios de Kiselica et al. (2020), la promoción de intervenciones de prevención de la violencia de género y programas de educación de género en las escuelas puede ser altamente efectiva para fomentar relaciones igualitarias. Estos programas brindan a los hombres herramientas y recursos necesarios para desafiar las normas de masculinidad tóxicas y promover la igualdad de género.

La implementación de programas de educación de género en las escuelas es otro enfoque valioso. Estos programas no solo brindan a los hombres conocimientos sobre la desigualdad de género y los efectos negativos de las normas de masculinidad tóxicas, sino que también les proporcionan las herramientas necesarias para cuestionar y cambiar estos patrones. 

Al educar a los jóvenes desde una edad temprana sobre la igualdad de género y las habilidades de comunicación saludable, estamos sentando las bases para relaciones más igualitarias en el futuro.

Masculinidad y construcción social

La terapia online: aliada en la construcción social de mejores masculinidades

Sin lugar a dudas, cuestionar y desafiar los estereotipos de género pueden construir relaciones más saludables. La promoción de la conciencia de género y la educación son herramientas poderosas para fomentar una sociedad más equitativa en la que las personas de todos los géneros puedan desarrollarse plenamente.

En la búsqueda de promover una masculinidad más saludable y equitativa, la terapia online se presenta como una herramienta efectiva y accesible, pues ofrece la oportunidad de explorar y abordar las presiones de la masculinidad tradicional en un entorno confidencial y seguro.

Algunos estudios han demostrado los beneficios de la terapia online en el tratamiento de problemas de salud mental en hombres. Por ejemplo, una revisión de estudios realizada por Batastini et al. (2021) encontró que la terapia en línea puede ser igual de efectiva que la terapia presencial en el tratamiento de la depresión y la ansiedad en hombres.

En Kavan Health ofrecemos la comodidad y flexibilidad que solo puede brindar nuestra plataforma de terapia online, eliminando barreras geográficas y permitiendo a los hombres acceder a profesionales de la salud mental especializados, desde la comodidad de tu hogar o cualquier lugar que elijas.

Referencias

Addis, M. E., & Cohane, G. H. (2005). Social scientific paradigms of masculinity and their implications for research and practice in men's mental health. Journal of Clinical Psychology, 61(6), 633-647.

Connell, R. W. (2012). Masculinities. University of California Press.

Eisler, R. M., & Skidmore, J. R. (1987). Masculine gender-role stress: Scale development and component factors in the appraisal of stressful situations. Behavior Modification, 11(2), 123-136.

Kiselica, M. S., Englar-Carlson, M., Horne, A. M., Fisher, C., Erickson, S., & Zenatta, C. (2020). Engaging Boys and Men in Promoting Gender Equity and Preventing Gender Violence: Evidence for Effective Interventions. Journal of Counseling Psychology, 67(6), 666-680.

Levant, R. F., & Richmond, K. (2020). A review of research on masculinity ideologies using the male role norms inventory-revised. Psychology of Men & Masculinities, 21(4), 481-493.

Pease, A., & Pease, B. (2004). Why Men Don't Listen & Women Can't Read Maps: How We're Different and What to Do About It. Broadway Books.

Vandello, J. A., & Bosson, J. K. (2013). Hard won and easily lost: A review and synthesis of theory and research on precarious manhood. Psychology of Men & Masculinity, 14(2), 101-113.

Wong, Y. J., Rochlen, A. B., & Leong, F. (2017). Male gender role conflict, mental health, and help-seeking in college men. Journal of Counseling Psychology, 64(4), 445-453.