Pareja significa precisamente eso: “estar a la par”, por eso es necesario mantener dentro la misma nuestra independencia, no perder nuestra forma de ser, nuestra personalidad. Sin embargo, si buscamos ser individuales sin tener en cuenta al otro, nuestra relación no tendría un equilibrio. Pero a su vez, no quiero depender totalmente de mi pareja
¿Cómo puedo hacer para llegar al punto justo y tener una relación sana? ¿Cómo puedo hacer para ir en la misma dirección sin perderme en el camino?
¿A qué le llamamos dependencia emocional?
La dependencia emocional la vemos en una serie de comportamientos afectivos persistentes que se dan en una relación donde existe una asimetría en el rol que asume cada una de las partes.
Las personas dependientes presentan una gran falta de autocontrol y sienten un gran malestar cuando se alejan de alguien en quien se centra la dependencia. Por otro lado, sienten la necesidad extrema de estar con él o ella, y son incapaces de cortar los vínculos tóxicos que les unen.
Cuando hay dependencia emocional en una relación de pareja, podemos decir que hablamos de relaciones destructivas, que no son saludables y que a una de las dos partes le está generando cierto daño o malestar.
¿Por qué somos dependientes emocionalmente?
La causa principal se debe a que esa dependencia es un conjunto de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir en el vínculo con su pareja, su origen proviene de las carencias afectivas que vivimos en nuestra infancia y adolescencia.
Las carencias, faltas emocionales más comunes se relacionan con:
- Baja autoestima
- Miedo a la soledad
- Inseguridad
- Baja confianza en uno mismo.
- Apego inseguro en la infancia
Causas de la dependencia emocional
La dependencia emocional es un patrón psicológico, se repite, y las personas con dependencia emocional, generalmente, muestran las siguientes conductas (síntomas):
- Baja autoestima y autodesprecio.
- Tienen tendencia a depresión o ansiedad.
- No asuman responsabilidades.
- Dificultad en la toma de decisiones.
- Inseguridades
- Pueden tener problemas para hacer cosas por sí solos.
- Dificultad para socializar en nuevos entornos o situaciones.
- Temor al rechazo y problemas para dar su opinión. (Necesidad de agradar)
- Falta de confianza en su propio juicio y capacidades.
- La soledad les hace sentir muy incómodo.
- Auto-anulación (no suele pensar en sus necesidades).
Todo esto no significa que una persona dependiente no haga cosas por sí mismo, lo que ocurre es que necesita el apoyo o la aprobación de otra persona para reforzar su autoestima.
Consecuencias de la dependencia emocional en la pareja
Estas relaciones desequilibradas son poco saludables, ya que puede pasar que la persona dominante incremente su autoridad hasta tal punto que anule o maltrate al dependiente, este está dispuesto a obedecer a todo lo que propone su pareja por el miedo a ser abandonado.
La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato, pero no se siente capaz de terminar la relación, debido al tipo de vínculo dependiente que mantiene con su pareja.
Para la persona dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental, pasando por síntomas de ansiedad, depresión o pensamientos obsesivos. Además, del malestar y el sufrimiento que la relación les causa, se sienten incapaces de dejarla.
¿Qué tipo de pareja busca una persona dependiente emocionalmente?
Los dependientes emocionales, muchas veces, no son capaces de darse cuenta de los efectos que su dependencia tiene en su vida diaria. Estas personas tienen la tendencia a buscar una pareja con características muy concretas, como:
- Una autoestima elevada, porque compensa la falta de autoestima de la persona dependiente.
- Un rasgo de manipulador, dominante o posesivo. Exigen cosas a su pareja, pero no aplican estas mismas normas a ellos mismos.
- Un rasgo narcisista de personalidad.
- Personas frías y distantes.
- Hacia el exterior tienen encanto y sentido del humor.
Cómo superar la dependencia emocional
Los psicólogos utilizamos varias técnicas para ayudar a las personas que se encuentran en una relación de dependencia, por ejemplo, trabajando distintas áreas de la personalidad: fortalecimiento de autoestima, desarrollar “el amor propio”, optimizar los recursos emocionales, habilidades sociales o la restructuración cognitiva.
Nuestro objetivo es que la persona encuentre distintas formas de pensar, analizar y sentir para romper con ese vínculo tóxico que lleva ese estado de dependencia emocional.
Es importante, reconocer y trabajar el rasgo dependiente, reduciendo nuestra dependencia hacia los demás, teniendo presente nuestros logros y éxitos, responsabilizarnos de nuestros actos, trabajar el sentirse bien solo/a y aprender a tener una dependencia equilibrada en nuestras relaciones en general.
Las relaciones interdependientes, donde actúan ambos integrantes en forma proporcional, son el tipo de relación más sana. La interdependencia significa que puedes reconocer tus propias necesidades emocionales y trabajar para que muchas de ellas se vean satisfechas. Podemos depender de la pareja para algunas necesidades, pero no en todas.
Siempre hay un camino
Cuando experimentas angustia y sientes que no puedes vivir sin el apoyo de tu pareja, puede ser que tu relación no sea saludable, entonces llegó la hora de transformar ese estado de dependencia emocional y buscar la solución en nosotros mismos, ¿cómo?
En nuestro amor propio, en nuestro propio valor. El comienzo y el final somos nosotros, el camino comienza en el tratamiento terapéutico, el recorrido: nuestro trabajo interior, y la llegada son los cambios y resultados que obtenemos.
No es necesario perderse a uno mismo para encontrarnos junto a otro.
Lic. Laura B. Comerci
Referencias
https://www.iepp.es/dependencia-emocional/
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48082018000300156
https://psicologoscordoba.org/dependencia-emocional-natural-patologica
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