El mundo, nuestro planeta Tierra, se encuentra en constante cambio y evolución, al igual que nosotros, que lo habitamos en nuestra comunidad. Gracias al avance de la ciencia ampliamos nuestra perspectiva de vida, podemos acercar la distancia a destinos antes desconocidos, consumir productos de culturas lejanas, afianzar nuevos hábitos, usos y costumbres para así mejorar nuestro bienestar.
La tecnología coopera en esta evolución. Siempre y cuando sepamos utilizarla a nuestro favor, podemos ganar tiempo y salud. Un ejemplo de esto, es la metodología de trabajo en la terapia online. Esta se define, como la prestación de servicios psicológicos utilizando tecnologías de telecomunicaciones (American Psychological Association, 2013).
Para los autores Eduardo Bunge, Pablo López, Javier Mandil, Martín Gomar y Raúl Borgialli (2009): “... las tecnologías de telecomunicaciones incluyen, entre otros, teléfonos, dispositivos móviles, videoconferencias interactivas, correo electrónico, chat, mensajes de texto e Internet (por ejemplo, sitios web de autoayuda, blogs y redes sociales).
La información que se transmite puede ser por escrito o incluir imágenes, sonidos u otros datos.
La evidencia demuestra que mediante el uso de estas tecnologías es posible proporcionar intervenciones y programas de tratamiento completos, efectivos y con observancia de los criterios éticos.
Estos programas resultan especialmente útiles en aquellas situaciones en las que el acceso a los servicios está limitado por condiciones geográficas, de salud, o por temores específicos asociados con el contacto personal o con salir de los espacios de vivienda. (Acero, PL; Cabas, K; Caycedo, C; Figueroa, C; Patrick, G; Martinez Rudas, M. 2020).
Una ventaja adicional de la terapia online es que los pacientes pueden ser atendidos más rápidamente y en cualquier momento, tanto en el día como en la noche.
Dado que la videoconferencia constituye una forma similar de impartir terapia a la psicoterapia presencial tradicional, se ha incorporado rápidamente durante la pandemia de 2020 y 2021 (Sammons et al., 2020; Wind et al., 2020).
Terapia online: ¿algo nuevo?
Muchos profesionales ya ejercían mediante este encuadre previo a la pandemia. Al trabajar con personas que solicitan asistencia desde destinos recónditos, por comodidad, sencillez de interacción y también porque muchas afecciones mentales o físicas, imposibilitan a muchas personas a recurrir a un tratamiento de tipo presencial.
Esta alternativa de atención psicológica virtual, sin duda, es un acierto, para poder asistir a una parte de la población, que de otro modo, no accedería a la consulta, quedando relegados, y olvidados en el sistema de salud.
El uso de la psicoterapia por videoconferencia (PCV) no cambia las necesidades de los pacientes y, por tanto, los objetivos terapéuticos generales. Cabe aclarar que existen diferencias sustanciales entre la psicoterapia en persona, la terapia presencial y la psicoterapia por videoconferencia, que pueden tener un impacto en cómo se desarrolla la alianza terapéutica.
La diferencia más evidente entre la psicoterapia en persona y la psicoterapia por videoconferencia son las posibles dificultades técnicas que pueden surgir durante esta última. Como explica Markowitz (2020), una conexión inestable, una pantalla congelada, audio retrasado o poca iluminación son algunas de las dificultades que pueden afectar la participación en la terapia.
Además, como lo describen Thompson-de Benoit y Kramer (2020), los aspectos paralingüísticos, no verbales y prosódicos de la comunicación pueden verse afectados.
Lopez et al. (2019) concluyen que la psicoterapia por videoconferencia “… es una modalidad viable con el potencial de mejorar el acceso a la atención con un bajo impacto en la alianza terapéutica”. Los autores sugieren que la alianza terapéutica no se ve particularmente afectada y, por tanto, no obstaculiza ningún progreso terapéutico.
¿La terapia online es la mejor alternativa?
Sea que te encuentres de viaje, por mudarte a otro destino, o de vacaciones, por trabajo o por azar, es bien conocido que nuestro inconsciente viaja con nosotros, y no se toma vacaciones.
Nuestros problemas, afecciones, dolores o síntomas, nos acompañan y como tal, esta opción de tratamiento, o simplemente consulta, puede ayudarte a alivianar, acompañarnos a transitar el momento presente, y mejorar nuestra autonomía y bienestar.
Para la OMS (organización Mundial de la Salud) la salud mental se define como: “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.”
Es por eso que operar utilizando los medios de comunicación actual, puede favorecernos y ser provechoso para nuestra realidad.
Recibimos consultas cotidianamente, tanto por temas vocacionales, profesionales, o de búsqueda de sentido de la vida, o por crisis puntuales, así como por malestares vinculares, o personas que nos cuestionan cómo aliviar la ansiedad, angustia, o por intentos de mejorar la comunicación asertiva propia y con su medio ambiente, así como también muchas personas cuyo interés se centra en fomentar una autoestima sana.
También recibimos consultas por tratamientos psicológicos, pero aquí hacemos una salvedad, ya que no toda persona con afecciones mentales puede ser tratada de modo online, por videollamada, así como tampoco cualquier rango etario es beneficiario de este encuadre de enfoque hacia la salud.
En reglas generales, hacer terapia, sea de modo presencial u online, es beneficioso para nuestra cotidianidad, puesto que nos otorga recursos, diálogos internos novedosos, y nos amplía el abanico de opciones, ya que a veces solemos contemplar que apreciamos pocas alternativas o limitadas.
Lo que nos ofrece el enfoque virtual, es la posibilidad de acercarnos, aun estando a distancia a escucharnos, para poder reconocer nuestras creencias , pensamientos y palabras, las cuales construyen nuestra realidad.
Referencias Bibliográficas
- Acero, PL; Cabas, K; Caycedo, C; Figueroa, C; Patrick, G; Martinez Rudas, M (2020). Terapia online: sugerencias para la formación y el desempeño profesional responsable; Asociación Colombiana de Facultades de Psicología.
- American Psychological Association (2002a). Ethical principles of psychologists and code of conduct.
- American Psychologist, 57, 1060-1073.
- Bunge, Eduardo; López, Pablo; Mandil, Javier; Gomar, Martín; Borgialli, Raúl Actitudes de los Terapeutas Argentinos hacia la Incorporación de Nuevas Tecnologías en Psicoterapia Revista Argentina de Clínica Psicológica, vol. XVIII, núm. 3, noviembre, 2009, pp. 209-216.
- Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (s.f.) Dimensiones de Seguridad de la información a cumplir por las plataformas de psicología online
- Cooper, SE, Campbell, LF and Smucker Barnwell, S. (2019). Telepsychology: A primer for Counseling Psychologists. The Counseling Psychologist, 47 (8), 1074-1114 de la Torre Martí, M. y Pardo Cebrián, R. (2019) Guía para la Intervención Telepsicológica. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
- Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response.