Un abordaje psicológico sobre los exámenes universitarios.

Para la mayoría de las personas, tener que presentarse a sus exámenes universitarios genera un poco de nervios. Si pudiéramos elegir preferiríamos no hacerlo, pero no es lo más grave de este mundo. 

Actualmente, se está presentado un alto porcentaje de estudiantes universitarios que no se presentan a sus exámenes por miedo a reprobar, o se presentan con tan poca Fe en ellos mismos que el resultado termina siendo el mismo.

Sin embargo, “¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón” Cantó Fito Paéz, estamos de acuerdo con que no hay nada perdido, esta situación tiene solución y sí, se encuentra relacionada con el amor, esta vez con el amor propio. 

¿Dónde lo encontramos? En nuestra autoestima.

¿Alguna vez sentiste que tu vida depende de tus exámenes universitarios?

La sensación de que el resultado de tus exámenes universitarios son de vida o muerte, es lo que inhabilita la acción, nos genera ansiedad y miedo. La pregunta es, ¿por qué lo sentimos? 

Lo sentimos porque lo creamos debido a nuestras inseguridades. El sentir que no somos lo suficientemente capaces de demostrar que uno sabe, sumado al miedo de estar expuesto a que uno no está a la altura de las circunstancias y defraudar a su entorno (en su mayoría a los padres).

exámenes universitarios

Los exámenes universitarios nos califican, dividen y etiquetan: ¿Entre exitosos y fracasados?

La importancia exagerada que le otorgamos a los exámenes universitarios se encuentra relacionada en que el resultado de esa prueba nos ubica en dos grupos de la vida: el de los exitosos con buenas calificaciones, o en el de los condenados al fracaso para su futuro.

Esta dramática etiqueta sucede debido a que estamos volcando una gran carga afectiva en un examen, que ese resultado dependería o reflejaría el futuro de nuestras vidas. La presente visión sobre un examen no solo es negativa, sino que es incorrecta.

No hay evidencia empírica de qué buenas calificaciones nos aseguran un futuro exitoso y libre de problemas, ni su contrario.

¿La autoestima depende del examen o el examen depende de la autoestima?

¿Qué viene primero el huevo o la gallina? La respuesta es fácil, la autoestima. 

La autoestima es la valoración que tenemos sobre nosotros mismos, si la misma depende de un examen, claramente es muy baja. Porque mi valoración como persona, ser humano, etc., nunca puede depender de una simple evaluación. Si tengo una alta Autoestima, sé que un examen no demuestra todo mi conocimiento, solamente una parte de ello. 

La autoestima la empezamos a formar desde niños, en nuestros primeros años de vida, en la relación con nuestros padres. Luego, la seguimos desarrollando con los demás vínculos que poseemos, con personas que se presentan en nuestra vida.

La solución mágica durante tus exámenes universitarios: Terapia

exámenes universitarios

La mayoría de personas que comienzan atenderse con un psicólogo presentan un mejor rendimiento académico, debido a que empiezan a trabajar en ellos mismos, en su amor propio, en darse la importancia que merecen y en dejar de darle relevancia a los pensamientos de otras personas sobre ellos mismos. 

Invierten ese tiempo en sentirse mejor y fortalecen la tan anhelada autoestima. Comienzan a sentirse bien interiormente, a sentirse seguros y con las herramientas para enfrentar cualquier examen. 

Vencen ese miedo a los primeros exámenes universitarios y se dan cuenta de que no es nada del otro mundo. A medida que sienten invencibles, que pueden con un examen, también se sienten fuertes para superar sucesos relacionados con otros aspectos de su vida.

Lic. Camila Comerci.

Referencias 

https://yaq.es/reportajes/panico-los-examenes-superar-el-miedo

https://www.psyciencia.com/como-potenciar-los-habitos-de-estudio-y-de-ensenanza/